
Lo Grande Comienza Pequeño
Es fácil admirar la esperanza grande y espectacular: esa que mueve montañas, que desplaza piedras, que trae la lluvia después de una larga sequía. Pero la mayoría de los días, la vida, y la fe, no están hechas de milagros imponentes. La mayoría del tiempo, se nos invita a confiar en los comienzos pequeños, en las más diminutas señales de vida.
Aprendiendo Entre Olivos
Siento esta lección de manera especial en el jardín. Cuando la tierra está reseca y mis fuerzas parecen escasas, plantar una sola semilla a veces parece un acto casi absurdo. Ha habido años en los que me pregunté si realmente hay lugar para la esperanza aquí, entre surcos inconclusos y recuerdos cansados de temporadas pasadas.

El Gozo de Dios en los Inicios
Pero mientras trabajaba entre los olivos y enterraba frágiles brotes en la tierra dura, empecé a mirar mi fe con otros ojos. Dios también se deleita en los comienzos pequeños. La Biblia está llena de recordatorios:
“No desprecien estos modestos comienzos, porque el Señor se alegra al ver que la obra comienza.”
Zacarías 4:10
El Reino en una Semilla
Piensa en Jesús mismo: el Salvador del mundo viniendo como un bebé indefenso, creciendo en silencio por décadas en Nazaret antes de que alguien supiera su nombre. O cuando comparó el Reino de Dios con una semilla de mostaza: “la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser la mayor de las hortalizas.” (Mateo 13:32)
La historia de amor de Dios siempre empieza en lo improbable, lo ignorado, lo que parece insignificante.
Confiar en los Comienzos Suaves
A veces no vemos lo que Dios está haciendo porque buscamos lo espectacular, cuando Él nos pide confiarle los comienzos suaves.
Una oración susurrada en una habitación cerrada.
Un simple paso hacia el perdón.
Una fe tan pequeña como una semilla de mostaza, cuando la desesperanza amenaza con invadirlo todo.
Esperanza Sostenida por Dios
La esperanza no es frágil por ser pequeña. Es fuerte porque Dios la sostiene —y nos sostiene.
Plantamos, incluso cuando la tierra parece incierta, porque Dios es fiel para hacer crecer lo que sembramos. Pablo escribió:
“Yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios.”
1 Corintios 3:6
No Desprecies el Día Pequeño
Si esperas algo grande —un milagro, un giro radical—, o si solo anhelas cambio en una estación difícil, escucha esto: Dios ve y valora el acto más pequeño de confianza. No necesitas arreglarlo todo ni estar segura del resultado. Solo necesitas plantar lo que tienes, allí donde estás, y dejar que el Señor de la cosecha haga lo que solo Él puede hacer.

La Promesa de la Semilla
Que seamos personas que celebran la semilla y no solo el fruto; que confían en los pequeños comienzos porque nuestro Dios es el fiel consumador de toda buena obra. Incluso la esperanza más pequeña, sembrada con fe, nunca se pierde.
¿Qué pequeña semilla te invita Dios a plantar hoy?
Que podamos confiarle cada inicio, incluso los que parecen llegar tarde, los silenciosos, los que a simple vista parecen demasiado frágiles para notarse.
Con esperanza suave,
Jessica
Jessica
Video
Si deseas seguir reflexionando, te invito a ver el video “La Esperanza Comienza Pequeña” aquí o en mi canal de YouTube:
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